Realmente sabemos camuflar muy bien lo que sentimos, haciendo parecer, que somos totalmente ajenos a la persona en la que nos convertimos en estos últimos meses. Nos escondemos totalmente atrás de plástico, simulando emociones e ideales.
Siento que la música es sincera, pero yo ya no la escucho a ella, ni ella a mi. También siento que los libros que leo no me hallan, no me encuentran, ni me sienten.
Extraño cuando todo era profundidad y esplendidez, cuando las cosas que vivía, me vivían.
Extraño aquellos tiempos remotos, en los que mi sueño diario se cumplía, viendo a todas esas personas que me deliraban y alimentaban la fluidez de los sueños en mí. Pero... no todo esta tan disparatado, es mas, creo en un futuro basado plenamente en el desarrollo espiritual.
Estoy sintiendo una alegría de ser, irradia mis sentidos... quizá estaré entrando en un estado de gracia, y no lo sepa.
Las cosas aturden cuando se saben de un principio, creo en las sorpresas y en su droga.
¿Porqué no damos un paseo?
-¡Pero esta lloviendo!-
Ahh...¿La lluvia puede matarnos?
-Creo que no-
Adelante...
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